Consagrada a la Inmaculada Concepción, la Catedral de Mazatlán es una construcción de un estilo que se ha llamado neogótico, debido a los arcos ojivales de su fachada. Su construcción fue iniciada en 1856 por el Obispo Pedro Loza y Pardavé, aunque gran parte del mérito de su desarrollo y conclusión pertenecen al párroco Miguel Lacarra, quien dio por terminadas las obras del templo en 1899, el cual sería consagrado como Basílica en 1937.  Posee tres naves de similar altura y dos torres con remates en forma de prismas truncados. También revela una cierta influencia neoclásica, ya que en el tiempo de su construcción existía una fuerte tendencia al eclecticismo arquitectónico. Cuenta con un órgano tubular, construido en 1886 por el Mtro. francés Aristide Cavaille-Coll, cuya restauración total ha sido programada para el año 2010.