Esta industria cervecera ciento por ciento mazatleca data del año de 1900, año en que ese proyecto, largo tiempo acariciado, por fin tomó forma para dar primero a la ciudad y luego a la región y al mundo, una bebida cordial y generosa que hoy muchos disfrutamos  con orgullo.

La Cervecería del Pacífico, que hoy forma parte de Grupo Modelo, se originó gracias a la presencia de una fuerte comunidad alemana en el puerto cuyo espíritu emprendedor detonó esta industria y otros aspectos del comercio local. Fueron los señores Germán Evers, Jorge Claussen, y Emilio Philippi los fundadores de este proyecto que aún sigue detonando a la región.

La fábrica se instaló en la parte oriente de la pequeña ciudad que era entonces Mazatlán y los primeros medios de transporte fueron uno típicos carromatos tirados por mulas, los cuales recorrían los diferentes puntos del puerto para ofrecer el producto. 

Desde entonces la Cervecería del Pacífico se convirtió en una importante fuente de trabajo y ha contribuido de forma activa a fortalecer la economía del Estado. Actualmente la empresa apoya diversos eventos deportivos y culturales de manera constante.

En su interior existe un museo, el cual es visitado por el turismo, especialmente de cruceros, quienes disfrutan el recorrido con una pacífico bien fría, y de una espectacular vista a la ciudad. 

La cerveza Pacífico es el acompañante ideal para la gastronomía local: ya sea en el marisco fresco, la carne asada campirana o en el pescado zarandeado a las brasas, su presencia ambarina se vuelve un refrescante que nunca cae mal. Su sabor inigualable es el acompañante perfecto para las tardes de verano, las fiestas de carnaval o en el estruendo unánime de los juegos de béisbol. Combina bien con los mejores platillos y lo mismo es un genial aperitivo antes de la comida o un buen complemento para darle el toque final a cualquier excelente banquete.

La torre de elaboración, los silos y la chimenea son un símbolo inherente de la ciudad, una postal de lo más común cuando se habla o se recuerda a la Perla del Pacífico. Un refrán de cerveceros gourmet dice que la mejor cerveza es la que se bebe en un sitio desde el cual podemos ver la chimenea de su fábrica, ya que eso garantiza su frescura, y esto es algo que en Mazatlán usted puede comprobar.

Disfrutar el inigualable sabor de una Pacífico bien fría frente al mar es un placer que no puede perderse cuando se viene a Mazatlán. Y, como ellos dicen, ¡Nada más!