El Mirador de la Glorieta Corazón, ubicado en Paseo del Centenario, es uno de los preferidos de los paseantes nocturnos. Se trata de una construcción de tres niveles justo frente a la inmensidad del Océano Pacífico. Ahí cerca pueden admirarse también las rocas gemelas, mejor conocidas como Las Piedras Blancas, un santuario de aves vecino no muy distante de la Piedra de los Lobos.

A la izquierda se yergue la imponente mole rocosa del Cerro del Crestón, que mantiene en su testa al Faro del puerto, considerado el faro natural más alto del mundo. Más a la izquierda, al oriente, se vislumbran las arenas eternas de la Isla de la Piedra y un poco más acá, el embarcadero de los ferrys que cubren la ruta a la Baja California.