Este mercado es un verdadero monumento arquitectónico del siglo XIX. Su magnífica estructura de hierro forjado es admirada por miles de personas que acuden diariamente a hacer sus compras cotidianas o por turistas nacionales y extranjeros en busca de una prenda de playa, de un recuerdito o simplemente para conocer un rincón que es considerado parte de la historia y la memoria colectiva de la ciudad. 

Recientemente cumplió su primer centenario y se comprobó que el costo actual de uno de sus pilares de hierro colado es el mismo del total de la construcción del edificio en su momento. Anteriormente en este terreno estuvo la primera plaza de toros de Mazatlán. Se le bautizó en su origen como “Mercado Romero Rubio” en homenaje al suegro del Presidente Porfirio Díaz y, luego de la lucha revolucionaria, se le confirió el actual de Mercado José María Pino Suárez.

En los altos del mercado se pueden consumir alimentos de calidad y cocinados higiénicamente en al menos una decena de risueños restaurantes económicos. Una escena común en los altos del mercado son los tripulantes de barcos cargueros que llegan ahí en grupos a preparar sus comidas con ingredientes frescos, adquiridos en los abarrotes y en las fruterías del inmueble. 

El Mercado José María Pino Suárez es reconocido como uno de los más espaciosos y limpios de la República Mexicana, además de ser él único que abre sus puertas a las 03:30 de la madrugada, según reglamento establecido. (Esto fue debido a la feroz competencia de las huertas de la comunidad china en los años veinte, lo cual obligó a los locatarios a adelantar su horario de apertura).