Las playas de Mazatlán cuentan con diferentes espacios aptos para todos los gustos. Hay algunas muy cómodas para los niños como la playa “Los Pinitos”, en Paseo Claussen y vecina a Olas Altas, playa nostálgica para valientes nadadores amantes del surfing o el braceo enérgico. La amplitud de la Playa Norte, la más larga de todas, es providencial por los diferentes caracteres de su oleaje; incluso para caminarla a paso lento permite una relajada experiencia. Por el rumbo de Zona Dorada, los hoteles ofrecen espacios seguros y tranquilos con vigilancia y acceso a restaurantes especializados en comida del mar.

Una gran ventaja de Mazatlán es que sus playas son abiertas al público, tal como debe ser en nuestro país, aunque cabe aclarar que para llegar a ellas es necesario acudir a los accesos realizados con ese propósito, ya que los hoteles procuran mantener siempre la privacidad de los huéspedes en la medida de lo posible. Asimismo, su limpieza ha sido certificada y actualmente son de las más sanas del país.

Para playas con más privacidad hay sitios agradables como las de Isla de la Piedra o Playa Brujas, en ambos extremos de la ciudad. Le recomendamos a tomar muy en cuenta los banderines de advertencia de eventuales riesgos, así como pedir asesoría a los salvavidas del escuadrón acuático, quienes están capacitados para apoyarle en todo lo posible.